Historia de Aníbal Egidio
Pérez del Viso
(1862-1942)
Por Ignacio Pérez del Viso S.J.
Después
del Testamento de Inés Juncos (mi bisabuela) diré algo sobre su hijo, Aníbal Egidio
Pérez del Viso (mi abuelo), aunque su mamá, en el Testamento, lo menciona en
orden inverso, como Egidio Aníbal. Pero en la familia y en la sociedad se lo
conoció siempre como “Aníbal”, añadiendo a veces “Egidio”, o la abreviatura “E.”.
El abuelo nació el 1º de septiembre de 1862. Tuvo un hermanito nacido el año
anterior y muerto muy pequeño. Aníbal nació en San
Pedro de Toyos, cerca de Deán Funes, hijo de Serapio Pérez del Viso y de Inés
Juncos. Fue bautizado por el Presbítero Batalla en la capilla de San Pedro, el
11 de septiembre, teniendo sólo once días de edad. Los padrinos fueron Marcelino
Ávila y Jesús Ávila. Estos datos los tomo de la Fe de bautismo del
abuelo, que pude leer y copiar en la parroquia de Deán Funes, si mal no
recuerdo.
El
nene quedó huérfano a los tres meses de edad, ya que su madre, Inés Juncos,
falleció el 6 de diciembre de 1862, de sólo 32 años, y fue enterrada al día
siguiente. Ignoramos si el papá, Serapio Pérez [del Viso] (mi bisabuelo) se
encontraba presente cuando Aníbal quedó huérfano, ya que estaba en la provincia
de Santa Fe al firmar Inés su Testamento, el 16 de octubre. De hecho, mi abuelo
fue educado por unas tías maternas, las que supongo
ya se habían hecho cargo del bebé durante la enfermedad y agonía de la mamá.
De la
vida de su padre, nuestro bisabuelo Serapio, anterior a este evento, tenemos
varios datos, como lo de su primer matrimonio, en el que tuvo dos hijas. Pero
de su vida posterior a la muerte de su segunda esposa, no sabemos casi nada. Según
una versión, abandonó el hogar; según otra, murió en un viaje hacia
Bolivia, acarreando ganado, aunque ambas versiones no son excluyentes. Por otro
lado, “abandonar” puede tener un sentido negativo, de quien descuida una
obligación, y un sentido positivo o neutro, de quien deja al hijito al cuidado
de unas tías, en razón de su vida andariega, y no aparece más, por muerte o
impedimento físico. Me llamó siempre la atención el silencio que cubría la
persona del bisabuelo, como si no se quisiera hablar de un supuesto “abandono”
en sentido negativo. También oí que las tías maternas, que lo educaron, le
dijeron a nuestro abuelo Aníbal: “Su apellido es Pérez del Viso” y no sólo
“Pérez”, como se hacía llamar el bisabuelo. Y Aníbal utilizó siempre el
apellido completo.
Los
datos que presento a continuación los recibí, en gran parte, de nuestro tío
Guillermo Pérez del Viso (el Pibe), en forma oral. El iba recordando y yo
anotando. Pero añado otros que me llegaron por otras vías. Tengo más datos del
abuelo, entre miles de papeles y archivos. Si pretendiera integrarlos a todos
aquí, esta Nota no saldría nunca. Así que sólo presentaré ahora una breve
biografía. Registro el nacimiento de cada uno de sus hijos, y a
veces el casamiento, así como el nacimiento de algunos nietos, pero dejo otros
de lado.
Los reservo para una Nota que podría titularse: “Los descendientes de
Aníbal Pérez del Viso”. Por Internet, Google, se pueden encontrar miles de
artículos y libros sobre el abuelo. Miré algunos y encontré varios errores. En
uno se lo hace nacer un año después, en otro se dice que su hijo mayor era José
Toribio, mi padre, cuando en realidad éste era el tercero, después de María
Inés y Nenene. Me remito a todas esas publicaciones para la vida pública del
abuelo y aquí me limito, más bien, a algunos datos personales y familiares.
En
1878, el abuelo Aníbal, de 15 años, pasó de San Pedro de Toyos a la ciudad de
Córdoba, para estudiar en el Seminario Ntra. Sra. de Loreto. Es posible que en
ese Seminario admitieran algunos chicos que no aspiraban al sacerdocio, o
quizás Aníbal fue seminarista algún tiempo, aunque nunca oí ninguna referencia
en ese sentido. A los 23 años, en 1886, comenzó su carrera de abogado,
en Córdoba. Ignoro si trabajó o estudió algo antes de ingresar a la
universidad. En mayo de 1890 fue uno de los fundadores, en Córdoba, de la Unión
Cívica [Radical]. En el Comité Central figura en la Comisión de Propaganda. En
el mismo año, fue fundador del "Tiro Nacional", en Córdoba. El 21 de
mayo de 1891, en la revolución de esa fecha, teniendo 28 años de edad, fue Jefe
del cantón de la calle 27 de abril, frente al Seminario, al llegar a Trejo y
Sanabria. El cantón funcionó en la casa de los señores Buteler. Tenía como
objetivo tomar la Jefatura de Policía, pero la revolución fue descubierta.
Aníbal
terminó su carrera de abogado, en Córdoba, de 30 años de edad, y practicó la
abogacía en el estudio del Dr. Agustín Patiño. Ya abogado, fue candidato a
Diputado Nacional por la Unión Cívica Radical, pero no fue elegido. En 1893, de
30 o 31 años, fue nombrado Capitán de Fusileros de la Guardia Nacional, a raíz
del conflicto con Chile. En 1895 ó 1896 fue ascendido a Teniente Coronel
de Guardias Nacionales. El 15 de abril de 1896 comenzaron en Santa Catalina, provincia
de Córdoba, los ejercicios de la conscripción, la primera que se realizaba en
todo el país. Aníbal fue incorporado al Ejército Nacional con el grado de
Teniente Coronel y en el cargo de Jefe del 2do. Batallón del Regimiento N. 7 de
línea (¿o 2º Jefe del Batallón? Ver La
Voz del Interior). Esta conscripción duró dos meses. El 15 de junio se
licenció a los conscriptos, pero Aníbal continuó como Teniente Coronel de
Guardias Nacionales. Al año siguiente, el 13 de mayo de 1897, Aníbal, de 34
años de edad, se graduó de Doctor, con una Tesis titulada "Libertad de
Cultos". En un libro sobre la universidad de Córdoba encontré registrado
este evento. Como él era un católico convencido y practicante, supongo que en
su Tesis habrá mostrado que la prioridad dada por la Constitución Nacional a la
Iglesia católica, no implica detrimento para la libertad de los no católicos en
la práctica de su religión. Pero es una mera suposición.
Aníbal
se
casó, de 35 años, con Judith Ávila Ordóñez, de 20 años, el 23 de
abril de 1898, en Avellaneda, camino hacia Deán Funes, pero no en la iglesia
grande sino en una capillita. La novia había nacido el 1º de marzo de 1878, en
Avellaneda, hija de Medardo Ávila Brochero y de Judith Ordóñez Ceballos. Ese
mismo año, Aníbal renunció al cargo de Teniente Coronel de Guardias Nacionales.
Mis abuelos tuvieron 13 hijos, pero el penúltimo murió muy chiquito, así que no
lo contaban. Se llamaba Guillermo, como el último, como el Pibe. Con mis
hermanos conocimos a los doce, a unos mucho más que a otros, porque vivieron en
casa. Un año después de casados mis abuelos, nació la primera, María Inés
Epifania (María Inés), en Avellaneda, el 12 de julio de 1899. Esta tía mía
murió soltera, dedicada a cuidar a su mamá (mi abuela), cuando quedó
paralítica. María Inés era una mujer piadosa y muy activa, de estilo
tradicional.
En
1900 el abuelo Aníbal fue Convencional Constituyente de
la Provincia de Córdoba, representando al Departamento Tulumba. A fines de ese
año nació la segunda, Judith Adelaida (Nenene), el 16 de diciembre de 1900, en
Avellaneda. Pienso que a la mayor le pusieron el mismo nombre que a su abuela,
Inés Juncos, nombre de una de mis hermanas, y a la segunda el de su madre,
Judith Ávila, nombre de otra de mis hermanas (Rosa María Judith). La segunda,
la Nenene, padecía una cierta discapacidad mental que la hacía muy aniñada.
Vivió soltera. Y el tercero fue mi padre, José Toribio, nacido en la ciudad de
Córdoba el 16 de abril de 1902.
En
1903 el abuelo Aníbal fue fundador del Partido Republicano. Ignoro qué relación
guardaba este partido con el Radical, en el cual ya militaba plenamente. En
realidad, en el Radicalismo de entonces convivían diversas tendencias, que se
aproximaban o se oponían según las épocas. También fue fundador, en ese año, de
la Sociedad
Rural "Ganadería del Norte", con sede en Deán Funes, pero
cuya influencia se extendía a varias provincias del Norte argentino, que
carecían de Sociedad Rural. Por eso, una calle de Deán Funes lleva su nombre.
Es una cortada de una cuadra, frente a la entrada de la Sociedad Rural de
Ganadería. En Deán Funes estuvimos los seis hermanos y otros familiares como
invitados de honor, unos treinta en total, el 3 de mayo de 2003, en el
centenario de la Sociedad Rural. Junto con el abuelo, estaba en las fotos de la
época su suegro, bisabuelo nuestro, Medardo Ávila Brochero, creo que primer
presidente de la Sociedad Rural. Y a fines del año 1903, el 20 de noviembre,
nació la cuarta, María Jesús Felisa (María Jesús). Esta tía vivió un tiempo en
nuestra casa, en Santa Fe, cuando éramos muy chicos, por lo cual a una de las
habitaciones le quedó el nombre de “cuarto de María Jesús”.
El 12
de octubre de 1904 asumió como presidente de la Nación Manuel Quintana. Los
radicales, liderados por Hipólito Yrigoyen, consideraron fraudulenta la
elección y se prepararon para una nueva revolución, que se produjo el sábado 4
de febrero de 1905. Triunfó en Córdoba, donde el abuelo Aníbal era el Jefe
civil de la Revolución, pero fracasó en Buenos Aires. Los
revolucionarios de Córdoba tomaron prisionero al vicepresidente, José Figueroa Alcorta, a quien
obligaron a tener una conferencia telegráfica con el presidente Manuel
Quintana, solicitándole la renuncia al cargo de presidente a cambio de su vida.
Sin embargo el presidente no cedió y la amenaza no fue ejecutada. En Córdoba
siguieron resistiendo hasta el 8 de febrero, cuando se rindieron.
El 21 de febrero de 1905 el abuelo
Aníbal envió una carta al vicepresidente, quien no había quedado muy bien
parado al proponer el canje de su vida por la renuncia del presidente. En esa
carta asumió la responsabilidad de la conferencia telegráfica
con el presidente Quintana, ya que el abuelo lo había reemplazado y escrito él
lo del canje. Tuve la oportunidad de leer la carta completa en un recorte de
diario, que debo guardar entre pilas de papeles. Más tarde, el abuelo se fue a Deán Funes, dejó la
profesión de abogado y se dedicó a la ganadería, pero era vigilado por la
policía. Mi duda es si llegó a estar detenido o se mantuvo oculto un tiempo. En
1906 se dictó una ley de amnistía.
En el
año de la Revolución nació en Deán Funes el quinto hijo, mi tío
Aníbal Ceferino (Aníbal, como su padre), el 26 de
agosto de 1905. Le decían el “Negro”, por el color oscuro de la piel, y
bromeaban como si el color se debiera a la pólvora de la Revolución. El sexto,
Ramón Víctor, nació en Deán Funes el 21 de julio de 1907. El tío Ramón se casó,
se separó y estuvo viviendo un tiempo en casa, donde quedó el “cuarto de
Ramón”. El séptimo nació también en Deán Funes, Pedro Ignacio (Acho, de
Ignacho), el 18 de enero de 1909. Este tío se casó y vivió en Deán Funes,
dedicado a la ganadería. Fue intendente de Deán Funes. En 1909 el abuelo Aníbal
fue elegido Senador Provincial por el Departamento Pocho, situado al
oeste del Departamento Cruz del Eje, por cuatro años, hasta 1913. Inicialmente
no quiso aceptar la senaduría, pero finalmente aceptó y se trasladó de Deán
Funes a Córdoba.
La
octava de los hijos nació el 1º de enero de 1911 en Deán Funes, donde estarían
pasando las vacaciones. Era María Amelia (según el Registro Civil) o María
Delia del Corazón de Jesús (según la Fe de bautismo), llamada “Monona”. Creo
que un breve tiempo estuvo en la vida religiosa, como monja o postulante a
monja. Murió joven, soltera. La visité en Córdoba, en su última etapa, en su
casa paterna, de la Cañada y 9 de julio, y estaba un poco perdida.
El noveno
hijo fue Miguel Julián (Miguel), nacido en Córdoba el 9 de enero de 1913. Fue
sacerdote jesuita. En 1913 el abuelo concluyó su función de senador provincial.
Una revista de Córdoba publicó una caricatura de él, que pude
ver, con esta leyenda: Dr. Aníbal Pérez del Viso (desarmándose) Senado y
política altivo abandona, renuncia al partido, renuncia la banca: Se desarma y
dice: "Nao tembres mais terra"!
Aníbal se marchó
al campo. Después le sobrevino una gran miseria económica, por no querer vender
vacas ni nada a los ingleses. Oí decir que para hacer frente al
dominio económico de los ingleses, con sus ferrocarriles y otras empresas,
proponía una alianza con los alemanes, pero con la Alemania anterior a Hitler. Para
comprender mejor ese gesto patriótico, de no venderles nada a los ingleses,
recordemos un episodio en el que intervino Manuel Quintana, el presidente que
aplastó la Revolución de 1905. Treinta años atrás, en 1876, se había producido
un incidente entre el gobierno de Santa Fe y la sucursal del Banco de Londres
en Rosario. El gobierno de Santa Fe intervino la sucursal. El abogado Quintana
era el asesor legal
del banco al momento de la crisis. Viajó a Londres donde propuso al gobierno de
Gran Bretaña el bombardeo naval de Rosario, si no se suspendía la intervención
del banco. Por suerte, ese consejo absurdo no fue escuchado, pero nos muestra hasta
dónde llegaban las vinculaciones de Gran Bretaña. Y mi abuelo luchó por una
Argentina libre, contra Quintana y los colaboradores de los ingleses. Era un
ideal un tanto utópico, porque la Argentina de entonces no podía prescindir de
Gran Bretaña, como hoy no podemos ignorar a los Estados Unidos.
El
décimo hijo fue Francisco José David Nicolás (Paco), nacido en
Deán Funes el 20 de marzo de 1914. Según el Pibe, Paco ingresó a la
Congregación de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas (La Salle) cuando sólo tenía doce años de edad, el 12 de
diciembre de 1926. Pero no pudo ser un ingreso formal, ya que el Código de
Derecho Canónico, el de 1917, exigía 15 años para ingresar a un noviciado y el
actual, de 1983, exige 17 años. Pero lo cierto es que pasó, de vivir en su casa
a vivir en una casa religiosa, en una especie de postulantado. En esa
congregación ocupó cargos importantes, como el de rector del colegio Carmen
Arriola de Marín, en San Isidro, cuando ellos tenían todavía ese colegio. El
undécimo hijo fue David Rafael (Toto), nacido en Deán Funes
el 24 de octubre de 1915. Toto fue también Hermano de La Salle, por un tiempo,
pero dejó la congregación y se casó por la Iglesia. El duodécimo hijo fue
Guillermo, nacido por junio de 1916 y muerto al año siguiente. El décimo
tercero y último fue Guillermo Vicente (el Pibe) nacido en Córdoba
(Boulevard Junín 490) el 24 de mayo de 1918.
En
1918 el abuelo Aníbal comenzó un período de seis años como miembro del Superior
Tribunal de Justicia, de Santa Fe (1918-1924), terminado el cual
inicia un segundo período (1924-1930). En los dos últimos años del segundo
período (1929-1930) fue Presidente del Superior
Tribunal de Santa Fe. El abuelo se retiró del Tribunal, el 10 de septiembre de
1930, a la edad de 68 años. A raíz de estos cargos, se inició el traslado de
parte de la familia, desde Córdoba a Santa Fe, aunque no tengo claro en qué
orden fueron llegando al nuevo destino. Creo que alguno estuvo un tiempito en
Santa Fe y después se volvió a Córdoba. En ese tiempo, mi padre, José Toribio, se
desempeñó, en 1927, como Secretario del Juzgado Nacional de Viedma, Provincia
de Río Negro, hasta 1930. Según otra versión estuvo sólo un año en el Sur.
A su
regreso de Viedma, mi padre José Toribio se puso de novio y se casó, el 13 de
junio de 1931, con mi madre Rosa María Funes, en Santa Fe, nacida en 1900.
Tuvieron seis hijos, nacidos todos en Santa Fe: José Aníbal (1932), Rafael
María (1933), Ignacio María, yo (1934), Rosa María (1936), María Inés (1937) y
María Teresa del Corazón de Jesús (1940). En febrero de 1934 el tío Ramón
Víctor se casó con Lidia Pallini. En agosto de ese año nací yo y en diciembre
del mismo año, 1934, el abuelo Aníbal se trasladó desde Santa Fe a Deán Funes.
Oí
decir que el abuelo apoyó económicamente a una monjas que había en Deán Funes,
quizás las Esclavas argentinas, que colaboraron con el Cura Brochero en la Casa
de Ejercicios, diferentes de las Esclavas españolas. Cuando íbamos a Deán Funes
desde San Vicente, a una legua de distancia, veíamos el convento, de ladrillo
sin revocar.
En 1905 falleció el suegro de Aníbal, Medardo Ávila Brochero, de
93 años, nacido en 1842.
El abuelo Aníbal, en 1937, fue nombrado Asesor
Letrado de la Caja Popular de Ahorro, de Córdoba, cargo que
desempeñará durante dos años.
En 1938 fue designado Juez de Cámara de
la Justicia de Paz, en Córdoba, cargo en el que le sorprenderá la muerte, en
1942.
El abuelo falleció en la ciudad de Córdoba el 27 de diciembre de 1942,
a los 80 años de edad. ♦
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